La pregunta que debería caer en el examen de Procesos y Contextos Educativos

Hi, everyone!  En esta nueva entrada del blog intentaremos idear qué preguntas podrían caer en el examen de Procesos y Contextos Educativos del día 11 de noviembre de 2021. 

Normalmente, cuando pensamos en la palabra examen, solemos sentir un poco de ansiedad, miedo, y sobre todo estrés. Pues son muchos los factores que influyen a la hora de hacer un examen: si has descansado suficiente, si te sientes bien anímicamente, si tienes suficiente tiempo disponible para estudiar, entre otras cosas. La verdad es que ahora mismo no dispongo ni de mucho tiempo ni de mucha paciencia para estudiar. Me gustaría que las preguntas del examen de Procesos y Contextos Educativos se concentrasen en ser preguntas subjetivas, que hagan pensar al sujeto, y que le hagan detenerse y reflexionar. 

En todo caso, no me gustaría que fueran preguntas memorísticas. Pues obligarnos a aprender de memorieta unos conceptos para luego escupirlos en una examen, que no va a durar más de una hora y media, es bastante anticuado y de mal gusto, en mi humilde opinión. 

Una pregunta sencilla y que puede dar mucho juego en el examen es preguntarnos por qué hemos decidido dedicarnos a la docencia. Considero que esta pregunta es indispensable para cualquiera que haga este máster, pues cada uno de nosotros tiene una experiencia particular para compartir, y me parece muy enriquecedor conocer las razones puntuales por cuales cada uno haya decidido adentrarse en el mundo de la educación.

Así, prosigo a contestar la pregunta. No voy a mentir, en gran parte, me apunté a este máster porque no quería dedicarme a la investigación. Por ejemplo, yo que he estudiado inglés podría haber hecho el Máster de Estudios Ingleses Avanzados que me abriría las puertas al doctorado. Sin embargo, nada de esto atrajo mi atención. 

Elegí el Máster en Educación Secundaria por dos grandes razones. Por una parte, el hecho de que con este máster tengo altas probabilidades de entrar al mundo laboral, tanto en centros privados, en centros de formación básica, u opositando a plaza pública. Esta es básicamente la primera razón. Igual no es lo que esperabais, o igual os pasa lo mismo. Por otra parte, he de decir que realizar las prácticas de grado en el instituto en el que estudié realmente me motivó a querer ser profesora. También, me gustaría contribuir a que ese miedo, o desinterés, que muchos estudiantes sienten hacia el inglés, o cualquier idioma extranjero, se fuese solucionado a lo largo de los años. Trabajando poco a poco y motivándoles a seguir intentándolo podemos lograr que empiecen a interesarse por lo que enseñamos.

Siempre he pensado que quien hace que la asignatura sea interesante es el profesor o profesora. Muchas veces una asignatura puede parecer aburrida, pero si la persona que lo enseña tiene pasión por aquello que ha estudiado, se nota y esa pasión de cierta forma se contagia.

Como antes he mencionado, durante las prácticas tuve la suerte de poder dar clase, y muchos alumnos se acercaron a decirme que habían comprendido con claridad los contenidos que había enseñado, que les gustaba mi acento, o que qué bien hablo ingles, o que realmente ellos pensaban que no servían para eso, pero al final se han dado cuenta que no era tan difícil, etc. Con tan poco, fui capaz de sentirme realizada, y por primera vez pensé que no está nada mal transmitir tus conocimientos y que otros sean capaces de enriquecer su aprendizaje gracias a tu pequeña contribución. Podría seguir hablando sobre ello, y sobre lo que hice, pero creo que lo he dejado bastante claro. 

Concluyo con que me gustaría ser una profesora de inglés que motive a sus estudiantes a poder expresarse y entender mejor la lengua inglesa, y ver que es un idioma sencillo y que abre muchas puertas hoy en día, no solo frente al mercado laboral, sino también frente a tema viajes, amistades, diferentes tipos de contenidos que no están disponibles en español, etc. 

Si has llegado hasta aquí, ¡muchas gracias por leerme!